El origen del flamenco se sitúa en la región andaluza, lo que hace que Sevilla sea una de las cunas del flamenco en Andalucía, un arte que se ha convertido en un atractivo turístico más en esta ciudad. Integra música, cante y baile y, en la actualidad, esta expresión artística se aprecia y practica en todo el mundo.
¿Cómo nació el Flamenco? Aunque su nacimiento se fija en el siglo XVIII, el flamenco tiene sus raíces y el influjo, en épocas anteriores, incluyendo elementos de danza y musicales de otras culturas anteriores y cuyo mestizaje dio lugar al surgimiento de este arte andaluz: los cantos populares y música tradicional de Andalucía, los cantos gregorianos de las sinagogas judías, los sonidos árabes y de los ritmos africanos.
Por lo que se refiere a su denominación hay una teoría según la cual “flamenco” deriva del término andalusí ‘felah-mengus’, una expresión que más o menos significa ‘campesino errante’; se cree que es la denominación que se daba a los moriscos expulsados de España que se quedaron y se mezclaron con el resto de la población, principalmente con los gitanos.
De hecho, hay que subrayar que si hay una cultura que se asocia directamente al flamenco esa es la gitana, tal vez porque ha sido la que más ha aportado al desarrollo de este arte. Desde entonces, el flamenco se convirtió en el libro sonoro en el que está escrita la historia de un pueblo, escrito en las páginas del aire por miles de voces gitanas a lo largo del tiempo.
Aunque en su origen el flamenco era sólo cante, con el tiempo fueron introducidos el baile, influenciados por danzas africanas y caribeñas y las procedentes la India, y la música, principalmente de la guitarra.
Las letras están cargadas de una mezcla de sentimientos: alegría, dolor, pasión, angustias. La temática principal está ligada con la del Romanticismo: la exaltación de héroes populares, el amor – sobre todo el inalcanzable e imposible – el choque entre el sueño y la realidad, la relación entre el hombre y su tierra, y su impotencia ante el destino.
Conocido por su gran intensidad emocional y la mezcla de sentimientos interpretados con excelencia por los artistas el flamenco fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2010.
En Granada se puede asistir a diferentes espectáculos en locales, bares, en Sacromonte, el barrio gitano, y también por las calles y las plazas mientras se disfruta de una tapa, una buena copa de tinto de verano o de una cena típica granadina.